Cómo os contábamos en entradas anteriores, una vez hemos dado carpetazo a nuestras vacaciones y vuelto a la rutina, tras la temida “cuesta de septiembre” damos la bienvenida al otoño. Es el momento de revisar y reformar nuestras instalaciones para que estén en perfecto estado antes de la llegada del frío, pues un buen aislamiento y el correcto estado de todos los sistemas de nuestra vivienda, puede hacer que ahorremos energía y, en consecuencia, dinero.
¿Qué aspectos debemos tener en cuenta y qué instalaciones es necesario revisar o, en su caso, reformar durante el otoño? A continuación hacemos un repaso por las más importantes.
1) Aislamiento: Antes de que el frío invierno nos sorprenda, los meses de otoño son los adecuados para comprobar que el aislamiento de nuestras cubiertas y suelos, así como el de paredes y ventanas, es el adecuado para aguantar las frías temperaturas que están por llegar y evitar pérdidas de calor innecesarias. Es vital observar que no existan filtraciones ni humedades que puedan provocar daños en la vivienda. Junto a ello, debemos reparar cualquier pequeña rendija de las ventanas, su sistema de cierre así como la presión de los mecanismos. No olvides revisar que las persianas bajen correctamente y que los cajones se encuentren en perfecto estado; por ellos, también puede colarse el frío.
2) Instalación eléctrica: Cuando preparemos nuestra casa para el frío es necesario tener en cuenta el estado de la instalación eléctrica ya que para combatirlo, solemos emplear a menudo calefactores eléctricos con los que calentar determinadas habitaciones. Por ejemplo, cuando en nuestra casa tenemos instalación de calefacción central y durante ciertas horas al día no está encendida o cuando aún no hemos activado el sistema, pero ya hace frío en determinados espacios como el baño.
3) Calefacción: Antes de que llegue el frío invierno es necesario revisar que todos nuestros radiadores estén en perfectas condiciones y purgarlos adecuadamente para que no contengan aire. Esto haría que se calentaran de manera desigual aumentando el gasto de energía. Junto a ello, comprueba que la presión de la caldera se encuentre entre los 1,2 y 1,5 bares. Si tiene mucha presión, será necesario purgarla. Por el contrario, si la presión es demasiado baja, deberás abrir el grifo de entrada de agua al circuito. Si cuentas con un sistema de bomba de calor, lo recomendable es limpiar los filtros y los equipos; así como verificar que el aparato exterior no contenga residuos que afecten a su funcionamiento. Por último, si contamos con suelo radiante, debemos comprobar que funciona todo correctamente y no es necesario ningún tipo de mantenimiento.
4) Tuberías y desagües: Aunque cada vez es menos común, sobre todo en las grandes ciudades, es necesario revisar que las tuberías de nuestro hogar se encuentran en perfectas condiciones para no sufrir congelaciones con la llegada del frío intenso del invierno. Si cuentas con tuberías exteriores, puedes protegerlas para evitar daños por la congelación de agua en su interior. Es recomendable también realizar una revisión los canalones y limpiarlos si hubiera residuos acumulados en su interior.
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