Una casa nueva es un lienzo en blanco a llenar con muebles, textiles, cuadros y objetos de decoración que reflejen nuestra personalidad, que hablen de los que la viven. Aunque bonito, puede resultar un proceso estresante, por eso hemos preparado estos siete consejos que, estamos seguros, te ayudarán a planificar la decoración de tu casa desde cero.
- Establece un presupuesto
- Haz una lista
- Planifica los espacios
- Decide un estilo
- Selecciona el color
- Escoge el mobiliario
- Puntos de luz
Establece un presupuesto
Como en muchos apartados de la vida, es importante establecer un presupuesto en base a las posibilidades de cada bolsillo y sabiendo que siempre lo solemos sobrepasar. Por ello, lo recomendable es dejar un margen del 10%.
Piensa en lo que realmente necesitas
Tal vez sea menos de lo que pensabas antes de llegar. Haz una lista con todos tus imprescindibles; todo eso que realmente quieres o necesita la casa y aquello a lo que no te gustaría renunciar.
Planifica los espacios
El primer paso es tomar medidas y conocer cuánto espacio dispones para colocar esos muebles que incluiste en tu listado del punto uno teniendo en cuenta el uso que darás a cada habitación. Es muy importante que dejes varios metros cuadrados libres para que se pueda transitar bien por cada estancia. Comprar muebles demasiado voluminosos, puede ser un error del que luego te arrepientas.
Decide un estilo
Es importante tener clara la impronta que quieres dar a tu vivienda. Mezclar estilos puede ser algo muy interesante, siempre que se haga con buen gusto y sin perder de vista la máxima: “menos es más”. Existen muchas tendencias: moderno, clásico, vintage, minimalista… busca aquello con lo que te identifiques y adecúa los muebles que sigan la línea elegida. Nuestro consejo: aporta los contrastes con los textiles y el resto de los elementos decorativos.
Seleccionar el toque de color
No todos los colores van con todos los estilos. Por eso te hablamos de tonos después de hacerlo del estilo de decoración. Si tienes dudas en este punto a la hora de escoger el tono perfecto, apuesta por el blanco. Es una apuesta segura con la que darás una gran sensación de amplitud y luminosidad y casa bien con cualquier estilo, además, siempre podrás dar un toque a determinadas estancias y/o paredes con el uso de papel pintado. Otra opción algo menos sucia que nos encanta, es una gama clarita de gris.
Apuesta por los tonos oscuros solo en las habitaciones más amplias; combinados con otros tonos claros, aportamos un toque de contraste y color. Este tipo de combinaciones, logran dinamismo y centran el interés sobre determinados rincones en los que poner un cuadro o un mueble destacado en la habitación.
Elige los muebles y, cuando sea posible, reutiliza
Trata de no colocar muebles en exceso o que no sean útiles. Lo más práctico es ver en qué zonas necesitas contar con mayor almacenaje y seleccionar muebles que, además de bonitos, re resulten prácticos.
Otro punto importante es si cuentas o no con mobiliario de una vivienda anterior. En este caso, mejor no apresurarse y estudiar si puedes reutilizar y/o readaptar algunos. Por otro lado, siempre puedes emplearlos temporalmente hasta que selecciones el mueble perfecto que necesitas para cada rincón. Retoma la lista de prioridades que realizaste en el primer punto y ve comprando lo realmente importante.
Un toque de luz
La iluminación es un punto clave, sobre todo, si podemos aprovechar la luz natural y aportar pequeños toques en puntos estratégicos. Después podrás ir colocando los textiles como cojines, mantas de sofá… Y por último los cuadros – y el resto de los elementos decorativos. Aunque la clave es pensar de forma global e intentar mantener un orden añadiendo muebles y elementos de decoración que mantengan siempre una línea.
Aunque la clave es pensar de forma global e intentar mantener un orden añadiendo muebles y elementos de decoración que mantengan siempre una línea.
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